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La vida nos presenta nuevas oportunidades y desafíos, es inevitable. A veces, estos cambios nos llevan por caminos inesperados que producen vértigos, pero que es preciso explorar.
Recientemente digo adiós a alguien que ha sido más que un colaborador, alguien que ha desempeñado un papel fundamental en mi vida profesional. Su partida, aunque llena de posibilidades emocionantes para su futuro, deja sentimientos agridulces.
Sin embargo, hemos de reconocer y celebrar las contribuciones de aquellos que han dejado una huella en nuestro camino. Esta persona en particular ha demostrado tener una fuerza incansable, alguien con gran capacidad de aprendizaje, con un compromiso excepcional y una habilidad única para saber estar desde la humildad. La he visto crecer personal y profesionalmente, descubrir su vocación en el campo de la educación y al servicio de las personas, su identificación con un centro educativo con un ideario propio heredero del carisma de Joaquina de Vedruna, deseosa de atender siempre las necesidades de las personas.
Celebro la oportunidad de haber compartido parte de mi viaje con una persona excepcional y estoy emocionado con las oportunidades que la vida le brinda.
A aquellos que habéis experimentado cambios recientes, les animo a abrazar las oportunidades que se presentan y seguir creciendo, recordando con cariño los momentos compartidos. A ti, sigue volando. Agradecido de haber compartido parte de tu travesía.